domingo, 2 de junio de 2013

VIOLENCIA ENTRE EL HOMBRE Y LA MUJER

La Violencia es un acto intrínsecamente malo en todas sus dimensiones, no tiene ningún tipo de justificación racional, la violencia engendra más violencia, con violencia no se resuelven los conflictos sino que se incrementan, intensifican, acrecientan.....

Estamos viviendo en un momento histórico en que las muertes de mujeres a manos de sus maridos, parejas, ex-maridos esta convirtiéndose en una guerra silenciosa, en la que ambas partes siempre salen perdiendo. Las consecuencias son catastróficas, generan dolor, rabia, ira, deseos de destrucción y venganza que se anidan en el corazón y son muy difíciles de superar, la pérdida irreparable de una persona, una mujer, una esposa, una madre, una hija, una hermana, una nieta, una vecina, una amiga, una trabajadora, una ciudadana, un ser querido que ha sido creado para amar y ser amado, no para ser destruido. 

Es tremendamente fácil entrar en una espiral de violencia verbal, en una escalada de violencia dentro del matrimonio y de la pareja, simplemente con que uno no piense cómo el otro y le haga una corrección, o quiera otra cosa diferente, o le haga una crítica, y entonces el otro responde de manera hiriente, entonces se siente atacado, contesta, y grita.....  Estas  escenas ocurren y humanamente se puede pasar de una simple discusión, a faltarse el respeto con insultos, descalificaciones al otro, gritos.......... Así un día y otro, la comunicación se va deteriorando, el cariño se va mermando, y se empieza a ver al otro casi como al peor enemigo en vez de ser la persona con a la que se eligió para  compartir un proyecto de vida común. 

Lo complicado cuando se inicia una discusión es saber detenerla, hacer de colchón, tener herramientas personales como pueden ser responder con una palabra cariñosa ante una crítica, entender que el otro quiera hacer otra cosa totalmente distinta a la que pensabas o planeabas, aceptar una corrección, guardar un reproche, una mala palabra. Es difícil pero se puede hacer, humanamente a veces no se sabe, no se puede pero el ser humano no esta sólo.  En situaciones críticas, de crisis  conyugal es necesario pedir ayuda espiritual (Sacerdote) y  profesional (Terapeuta de Pareja) sino se encuentra el camino, encontrar unas estrategias adecuadas

Hay muchas pseudo-explicaciones de porque están ocurriendo muertes de mujeres, si es por imitación, cómo ocurre con el suicidio, si es debido al diferente rol que está desarrollando la mujer en el hogar y en la sociedad, por efectos de las adicciones  de drogas y alcohol, por la educación machista de no valorar al cónyuge como a un igual, por haber vivido en el propio seno familiar violencia o por haberla recibido por sus padres,  por la falta de amor y de respeto en la pareja o en el matrimonio..........

A todos estos prismas, considero necesario añadirle la distancia que esta creando el ser humano con Dios Padre, que es el que nos ama por encima de todo y a pesar de lo que hagamos, Padre Amor, Padre Bondad que nos espera y nos cuida si nos dejamos. Y esta distancia creada en plena libertad por el hombre trae consecuencias de alejarse de la moral, del bien. 

Termino lanzando una pregunta al aire, y que podemos hacer para que no haya ninguna muerte más, cómo madre respondo que mi responsabilidad es educar a mi hija y a los hijos que Dios me conceda, en el respeto al ser humano, a tratar a toda persona con la dignidad que se merecen. Y cómo Terapeuta de Pareja, ayudarles a las parejas a encontrar la manera de volver a cimentar su casa sobre roca, y a reconstruir su amor. ¿Y tú que te propones hacer?

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