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La
libertad es el poder, radicado en la razón y en la voluntad, de obrar o de no
obrar, de hacer esto o aquello, de ejecutar así por sí mismo acciones
deliberadas. Por el libre arbitrio cada uno dispone de sí mismo. La libertad es
en el hombre una fuerza de crecimiento y de maduración en la verdad y la
bondad. La libertad alcanza su perfección cuando está ordenada a Dios, al bien.
Hasta
que no llega a encontrarse definitivamente con su bien último, la
libertad implica la posibilidad de elegir
entre el bien y el mal, y por tanto, de crecer en perfección o de flaquear. La libertad caracteriza los actos propiamente humanos.
En la
medida en que el hombre hace más el bien, se va haciendo también más libre. No
hay verdadera libertad sino en el servicio del bien y de la justicia. La
elección de la desobediencia y del mal es un abuso de la libertad y conduce a
la esclavitud del pecado. ¿Es libre aquel que ha elegido en un momento de su
vida beber siempre que sale con los amigos y ahora no sabe salir sin beber? O
aquella persona que le divertía ver revistas pornográficas y ahora presenta necesidad
de ver películas para poder llegar a la excitación sexual?, ¿o somos libres cuando al
día siguiente de haber hecho una compra ya estamos pensando en otra necesidad
material?, o es más libre aquella persona que cuando le dan ganas de beber una
cerveza, vence la tentación y se va a dar un paseo en bicicleta? Está siendo
libre o se está controlando, o como se dice en la sociedad actual se está
reprimiendo? Al final quien es más libre quien se bebe la cerveza o aquel que
se va andar en bicicleta?
La
libertad hace al hombre responsable de sus actos en la medida en que estos
son voluntarios. El progreso en la virtud, el conocimiento del bien acrecientan
la voluntad sobre los propios actos.
Por lo
tanto, ¿cómo podemos educar en la libertad a los niños?. Enseñar a crecer a una persona
es lograr entre otros méritos que aprenda a aprovechar las experiencias de los padres de
manera favorable en su propia vida, en un clima de libertad y responsabilidad.
Esta responsabilidad quiere decir que los hijos alcancen una capacidad de
elección justa y equilibrada, saber optar, eligiendo el bien para sus vidas, es
aprender a ser libres.
La
libertad se ejercita en las relaciones entre los seres humanos. Toda persona
humana, creada a imagen de Dios, tiene el derecho natural de ser reconocida
como un ser libre y responsable. Todo hombre debe prestar a cada cual el
respeto al que éste tiene derecho. El derecho al ejercicio de la libertad es una exigencia inseparable de la
dignidad de la persona humana, especialmente en materia moral y religiosa. Este
derecho debe ser reconocido y protegido civilmente dentro de los límites del
bien común y del orden público.
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