EDUCACION DE LOS SENTIMIENTOS EN LA FAMILA



Existe unión entre la educación moral y la educación afectiva, desde esta perspectiva la educación morla supone la educación del corazón ya que es en él donde se fraguan las mejores acciones y las más mezquinas, sino tenemos en cuenta esto en la educación moral obviamos un punto clave. La educación moral no es sólo una educación de riterio o de juicio, sino también el conformar un corazón con el bien, con la respuesta acogedora y efectiva hacia el otro.



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Por lo tanto, algunos de los aspectos positivos para la madurez afectiva y su correspondencia educativa podrían ser:

 

1. El afecto que sostiene y alegra al hombre, corresponde a la familia. Por ello es impostante que se les proporcione a los hijo ese sostenimiento y que los padres vivan y cuiden a la famila para que pueda dar esto.

 

2. Hay que escuchar la expresión de los sentimientos de los hijos y ayudarles a modelarlos en diálogo con la realidad.

 

3. Para la expresión de los sentimientos, afectos, conviene educar en el pudor pero no con vergüenza.

 

4. La afectividad ha de adecuarse a la realidad. No conviene utilizarla para evitar o promover conductas, es decir, en forma de chantage.

 

5. Ayudar a los chavales a comprometerse en el obrara, a transformar sus buenos deseos en obras.

 

6. La adecuada afectividad ha de vivirse profundamente no superficialmente. Por ellos, es bueno, escuhar la debilidad de los hijos, atenderla y fortalecerla.

 

7. La afectividad, ha de cooperar con la inteligencia iluminándola y con la voluntad prestándole fuerzas.

 

8. La afectividad es contemplativa en el sentido que es capaz de captar la esencia de las cosas, su ser profundo, ya que sólo en el amor se conocer el misterio que el otro revela. Por lo que conviende por lo tanto la educación de la contemplación y de la reflexión.

 

Deciros que está información es una síntesis de un artículo denominado "Educación de los sentimientos en la Familia y su papel en la Educación Moral", de Mª del Rosario González.