jueves, 21 de marzo de 2013

LAS PALABRAS INFLUYEN EN NUESTRAS EMOCIONES



Imagen de www.bligoo.com


La relación entre cuerpo y mente, entre nuestro cerebro y nuestras emociones está cada vez más demostrado a través de investigaciones, experiencias clínicas, datos experimentales, está es la línea de trabajo que seguimos tanto Kinetasia como Centro de Psicoterapia "María Celorrio", sabemos que la persona está formada por cuerpo, mente y alma, y sí uno de los tres componente está afectado, influye en los demás.
                                                                                                                                                                  


Por lo que este artículo publicado en la revista XL Semanal que voy a resumir supone un apoyo en nuestra línea de trabajo:

"Las palabras pueden predisponernos, porque crean expectativa, asegura el neurólogo Arturo Goicoechea. Estas modifican las emociones y eso influye en el dolor, el picor y otras circunstancias". En la Universidad alemana de Jena, el investigador Thomas Weiss ha demostrado recientemente que hablar de dolor alimenta el padecimiento. Mediante resonancia magnética funcional, Weiss comprobó que cuando a los sujetos se los expone a palabras como "atroz", "insoportable", o "punzante", se activa la llamada matriz del dolor, la misma región del cerebro que se pone a trabajar ante los estímulos nocivos.  Varios estudios recientes apuntan que se activa la misma matriz cerebral cuando un individuo se siente abandonado por el grupo o se produce una ruptura amorosa. 

La prueba de que el dolor social y dolor físico se retroalimentan está en las palabras que usamos cada día. El lenguaje está sembrado de expresiones como " me partió el corazón" o "me apuñaló la espalda" que señalan un dolor físico real. Analizando con escáner la respuesta al dolor de individuos que han sufrido una lesión de espalda, se ha observado que el factor emocional es determinante.

Las últimas investigaciones apuntan que el dolor es más una emoción que una sensación. Dependiendo de nuestro estado emocional podemos interpretar el mismo estímulo de manera distinta. Por eso, en algunos casos la solución empieza a pasar por enseñar a los pacientes a reaprender el dolor, según Martínez Conde.

Fuente: www.xlsemanal.es 
www.kinetasia.com, www.sedolor.es (Sociedad Española del Dolor)

No hay comentarios:

Publicar un comentario