El Jueves día 14 de marzo asistí a un seminario en Burlada, organizado por la fundación xilema titulado: " Protección a la Infancia y Adolescencia en Procesos de Separación y Divorcio", cuyo ponente fue Maurice Berger, Neuropsiquiatra y Psicoanalísta de CHU de Sanint Etienne en Lyon.
Voy a resumir lo más fielmente posible algunas de las conclusiones que el Doctor desarrolló basado en investigaciones y en su propia experiencia clínica con niños y adolescentes.
- La separación es siempre traumática para el niño, aunque tenga amigos con padres divorciados. La psiqeu o mente de una persona está más preparada para diseñar un cohete espacial que para vivir un proceso de separación o de divorcio. La mayor parte de los niños se sobrepone pero si el conflicto permanece, el sufirmiento del niño aumenta.
- Supone un impacto traumático aunque se le explique, pero no suele expresar el dolor que siente a sus padres, antes lo hace a sus amigos o abuelos. A los padres les cuesta estar pendiente de lo que sienten sus hijos, porque para ellos el divorcio supone un cataclismo.
- Lo primero que sienten los niños tras el Divorcio es tristeza pero no quieren hablarlo con sus padres, rechazan la idea de la separación, la mayoría dice que lo que les gustaría es que volvieran a estar juntos, no se adaptan a la realidad, incluso cuando pasa el tiempo todavía les permanece la esperanza de que vuelvan a estar juntos.
- Los niños que permanecen en esta nostalgia, les dificulta hacer el duelo. Para ellos, suponde una mancha en su expediente de origen. Es un secreto avergonzante. El hijo mayor es el que más sufre porque se siente como el que ha creado la pareja de sus padres. Con la separación algo de su identidad se ha destruido. Por lo que se averguenzan de llevar niños a casa, porque para ellos su casa, es la casa de un divorcio.
- Al vivir esta situación, no se le permite estar despreocupado que es lo propio de su edad, tiene miedo, su seguridad psiquica está en juego. Los hermanos no se ayudan entre ellos y no hablan del tema, cada uno lo lleva a su manera. Les lleva tiempo recomponerse y reconstruirse.
- Si las discusiones continúan tras la separación, al niño le cuesta pensar que tiene que amar a los dos a la vez, se le puede crear una tensión grandísima. Ingresan al Hospital con ideas de suicidio.
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